BEATA JOSEFA NAVAL GIRBÉS
Noviembre 6 Autor: Jesus Marti Ballester |
NACIMIENTO Josefa Naval Girbés, nació en
Algemesí, en la Ribera del Júcar, a EDUCACION Asistió a la escuela de La Enseñanza,
patrocinada por el Cabildo Catedral. Desde la adolescencia se consagró al
Señor con voto perpétuo de castidad. Recorrió el camino de la oración y de la
perfección evangélica en una vida de sencillez y de caridad. En su compromiso
de vida, se dedicó con generosidad a las obras de apostolado en la comunidad
parroquial. El Decreto para su canonización dice:
...la Sierva de Dios tuvo a su parroquia como Madre en la fe y en la gracia
y, en cuanto tal, la amó y la sirvió con humildad y espíritu de sacrificio.
Por ello, mostraba sincera veneración a su párroco y se confió a su dirección
espiritual; atendía a la confección, conservación y limpieza de los ornamentos
litúrgicos y al adorno de los altares; todos los días acudía a la iglesia
parroquial para participar en el sacrificio eucarístico, pero se distinguió
sobre todo, por su apostolado inteligente y fecundo, que siempre desarrolló
de acuerdo con sus pastores, a los cuales profesaba absoluto respeto y
obediencia... SU
ACCION APOSTOLICA Enseñaba a los pobres, aconsejaba a
cuantos acudían a ella, restauraba la paz en las familias desunidas,
organizaba en su casa reuniones con el fin de ayudar a las madres en su
formación cristiana, encaminaba de nuevo a la virtud a las mujeres que se habían
apartado del recto camino y amonestaba con prudencia a los pecadores. Pero la
obra en la que centraba, sobre todo, sus cuidados y energías fue la educación
humana y religiosa de las jóvenes, para quienes abrió en su casa una escuela
gratuita de bordado, en el que era muy entendida. Aquel taller se convirtió
en un centro de convivencia fraterna, oración, alabanza a Dios y explicación
y profundización de la Sagrada Escritura y de las verdades eternas. UNGIDA
DE AMOR MATERNO Con afecto maternal la Sierva de Dios
fue para sus discípulas una verdadera maestra de la vida, modelo de fervoroso
amor a Dios, lámpara que daba luz y calor. Les dio innumerables ejemplos de
fe viva y comunicativa, de caridad diligente y alegre sumisión a la voluntad
de Dios, y de los superiores, así como también de máxima solicitud por la
salvación de las almas, prudencia singular, práctica constante de la
humildad, pobreza, silencio y paciencia en las contrariedades y dificultades.
Era notorio el fervor con que cultivaba la vida interior, la oración, la
meditación, la aceptación de las molestias y su devoción a la Eucaristía, ala
Virgen María y a los Santos. De este modo, contribuyó eficazmente la Sierva
de Dios al incremento religioso de su parroquia. VIRGEN
SEGLAR Fue miembro de la Orden Tercera de la
Virgen del Carmen y de S. Teresa de Jesús, y profesaba gran devoción a San
Juan de la Cruz. En casa de María Dolores Masiá Morán, vecina de Algemesí, se
conserva un cuadro de la Virgen del Carmen bordado en oro y seda por su madre
Vicenta Morán, cuando tenía 9 años, bajo la dirección de la señora Pepa.
Lleva esta inscripción: Nuestra Señora del Carmen Vicenta Morán Edad 9 años
Año 1893. Es el año en que murió la Beata, y este bordado artístico dirigido
por ella es una de las últimas muestras de su devoción mariano carmelitana.
Entregó piadosamente su alma a Dios en Algemesí el 24 de febrero de 1893. Su
cuerpo se conserva en la iglesia parroquial de San Jaime, de su ciudad natal.
El 25 de septiembre de 1988 fue beatificada en Roma por el Papa Juan Pablo
II. CAUSA
DE BEATIFICACIÓN DE DON BERNARDO ASENSI. En julio de 1998 fue entregada en
Roma la documentación sellada del proceso de beatificación de don Bernardo
Asensi Cubells. De esta causa se ha hecho cargo la postuladora, Doctora Silvia
Correale El Siervo de Dios Bernardo Asensi nació en Algemesí 16 de abril de
1889 y allí murió el 7 de agosto de 1962. Fue durante muchos años director
espiritual del Seminario Metropolitano y canónigo de la Catedral. SU
FUNDACION ES PROLONGACION DEL IDEAL DE LA BEATA Fundó en Algemesí las Misioneras
de la Divina Providencia. Fue promotor de la causa de beatificación de la
beata Josefa Naval Girbés y autor de su biografía. Una pléyade de sacerdotes
se formó espiritualmente bajo su dirección y la archidiócesis valentina le es
deudora de su entrega a este ministerio, pues fue además, casi desde su
ordenación sacerdotal, director de la Obra. |
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