DOMINGO 29 TIEMPO ORDINARIO CICLO A

 

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EL CORAZON DEL REY ESTA EN LAS MANOS DE DIOS

 

         1. Estamos celebrando la Eucaristía en el día que cada año dedicamos a las misiones, ejerciendo nuestro sacerdocio al orar por las misiones, para que toda la tierra conozca los caminos del Señor, y todos los pueblos la salvación de Dios. "Los hombres que esperan a Cristo son todavía un número inmenso: los ámbitos humanos y culturales, que aún no han recibido el anuncio evangélico, o en los cuales la Iglesia está escasamente presente, son tan vastos, que requieren la unidad de todas las fuerzas... Hemos de fomentar en nosotros el afán apostólico para transmitir a los demás la luz y la gloria de la fe, y para este ideal debemos educar a todo el pueblo de Dios" (RM).

 

         2. "Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad" Oración Colecta. Para esto le pedimos que mire su inmensa mies y le envié operarios. Y que los que hemos recibido el don de la fe, la sepamos agradecer transmitiéndola y colaborando de todas las maneras que podamos a difundirla, con la seguridad de que así crece la nuestra.

 

         3  "Este es el primer servicio que la Iglesia puede prestar a cada hombre y a la humanidad entera en el mundo actual, el cual está conociendo grandes conquistas, pero parece haber perdido el sentido de las realidades últimas y de la misma existencia". El mejor servicio que podemos hacerle al hombre es ponerlo en contacto con Cristo, para que su luz le descubra su grandeza, porque "Cristo Redentor revela plenamente el hombre al mismo hombre",

 

         4. "Yo soy el Señor y no hay otro" Isaías 45, 1. Dios habla a Ciro, rey de  Persia, llamado a ser el instrumento humano por el que se van a cumplir sus designios salvíficos sobre su pueblo, Israel. Sin saberlo, Ciro va a liberar a Israel del yugo de Babilonia: "Le llevo de la mano". Doblegaré ante él las naciones, desceñiré las cinturas de los reyes", es decir, los desarmaré. Dios quiere que Ciro le reconozca como autor principal de sus conquistas, pues El le ha llamado por su nombre, por amor de Israel, al que quiere repatriar. Vemos aquí la providencia de Dios actuando: "El corazón del rey es una acequia en manos de Dios: la dirige a donde quiere" (Prov 21,1). Dios va dirigiendo los pasos de Ciro, sin que él tenga conciencia de que está siendo instrumento de liberación en manos de Dios: "Aunque tú no me conocías".     

 

         5. Deberíamos tener una perspicacia más profunda para descubrir la acción de Dios, incluso en los sucesos más insignificantes de la historia de nuestras vidas y de la vida de los pueblos. "Hasta los cabellos de vuestra cabeza están contados" (Mt 10,30). Ciro ignoraba que sus conquistas las obraba el Señor, Dios desconocido para él. Si Dios le protege es "para que todos reconozcan que no hay más Dios que el Señor".

 

         6. Los fariseos y los herodianos le ponen una trampa a Jesús. El tributo al César. Ved la relación del Evangelio de Mateo 22, 15, con Isaías: el César, emperador romano, y Ciro, rey de Persia. Dice la carta a los Romanos: "Sométase todo individuo a las autoridades constituidas; no existe autoridad sin que lo disponga Dios y, por tanto, las actuales han sido establecidas por él". En consecuencia, el insumiso a la autoridad se opone a la disposición de Dios" (Rom 13,1). "Por mí reinan los reyes y los príncipes dan leyes justas, por mí gobiernan los gobernantes" (Prov 8,15).

 

         7. Dice la "Gaudium et Spes": "La comunidad política y la autoridad pública se fundan en la naturaleza humana y, por lo mismo, pertenecen al orden previsto por Dios" (GS 74). Jesús quiere que se conceda a los gobernantes lo que les pertenece. ¿Cuya es la imagen del denario? Del César. "Dad al César lo que es del César".

 

         8. Pero la verdadera cuestión era que los interlocutores de Jesús querían escaparse de los deberes que tenían con Dios, no aceptando a su Hijo, que se los estaba predicando. Y para zafarse de la cuestión, echaban balones fuera, trasladando el problema al terreno político, siempre tan vidrioso, para poder acusar a Jesús de ser enemigo del César. "¡Hipócritas!". Jesús les quita la careta. Pretenden manifestar que buscan a Dios, cuando están rechazando a su enviado, al que no reconocen porque les ciega la soberbia y la envidia. "Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios".

 

         9. Aceptad la verdad, "Porque el Señor es grande, y muy digno de alabanza, humillaos ante El, decid a los pueblos: "el Señor es rey, él gobierna a los pueblos rectamente" Salmo 95.

 

         10. Demos nosotros gloria a Dios, cumplamos su voluntad, reconciliémonos con El, confesando nuestros pecados, participemos en la Eucaristía con generosidad, practiquemos el amor fraterno, y cumplamos nuestros deberes como ciudadanos de esta tierra, aunque extranjeros (Heb 11,13), sin acomodarnos a sus criterios, para no ser, como los fariseos, hipócritas y malintencionados. Nuestros deberes, aun los más insignificantes, que nunca lo son si los vivifica el amor. A las misiones no sólo las podemos ayudar en el DOMUND con nuestra limosna. Santa Teresita del Niño Jesús, patrona de los misiones, no hizo grandes cosas, pero por sus grandes deseos e inmenso amor, fue una gran misionera. Esa carta que no hemos contestado todavía tiene capacidad para salvar un alma. Recogiendo una hilacha del suelo, decía la Santa, podía salvar un alma. "Camino por un misionero". Podemos ser misioneros cumpliendo nuestros deberes pequeños, y no sólo los que se ven: Una llamada de teléfono aceptada, en vez de contestar la socorrida frase: "Está reunido". Cuando venga el Señor no nos encontrará unidos, sino "reunidos".

        

         11. Que "la actividad de nuestra fe, el esfuerzo de nuestro amor, y el aguante de nuestra esperanza", sean tan ardientes como los de los fieles, recordados hoy por San Pablo Tesalonicenses 1, 1.

 

         12. Y que en la proclamación del evangelio entre nosotros, no haya sólo palabras, sino fuerza del Espíritu Santo y convicción profunda", para continuar ofreciendo la víctima sagrada y participando de su vida y resurrección por la comunión.

 

         13. La Jornada del DOMUND, es una cita importante en la vida de la Iglesia. Aprendamos a dar lo que debemos y a darlo como debemos. Dar y darse, como Cristo en la cruz, y en la Eucaristía.

 

P. JESUS MARTI BALLESTER

jmartib@planalfa.es