DOMINGO 28 CICLO B
VENDE LO QUE TIENES
1. "Supliqué y se me concedió la prudencia, invoqué y vino a mí un espíritu de sabiduría" Sabiduría 7, 7. Pronuncia estas palabras Salomón en su plegaria, "porque yo soy un niño pequeño para gobernar". "Agradó al Señor la súplica de Salomón y le dijo: porque has pedido esto y discernimiento para saber juzgar, cumplo tu ruego y te doy un corazón sabio e inteligente como no lo hubo antes de ti ni lo habrá después".
2. Israel posee una ciencia práctica de la vida, hija de la experiencia y de la reflexión, que venía formulada en máximas y sentencias, a la que llama sabiduría, que distinguía de la sabiduría, como don del hombre que sabe hacer.
Sabio es el que es el hombre hábil, bien en las obras manuales bien en las intelectuales, y el que sabe vivir en sociedad, como fruto de la experiencia, y también como regalo de Dios.
En el Nuevo Testamento la sabiduría es la gracia, que hace amigos de Dios y que habita en las almas santas. También se entiende la sabiduría como atributo de Dios, que es el sabio sumo. Dios concede la sabiduría a Salomón, como la mejor cualidad del hombre, mejor que los tronos, los cetros y las riquezas; que el oro, la plata y las piedras preciosas. Es tan excelente que "no se da a cambio de oro fino, ni plata, ni oro, ágata o zafiro. No se paga con vasos de oro puro. No cuentan el cristal ni los corales, y es mejor pescar sabiduría que perlas".
3. Esta lectura es un preámbulo para introducirnos en la tercera, que nos propone el seguimiento de Jesucristo, Sabiduría encarnada. Al que le preguntaba qué tenía que hacer para heredar la vida eterna, "Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: Una cosa te falta: vende lo que tienes, da el dinero a los pobres, y luego sígueme" Marcos 10, 17. Palabras que se dirigen a todo hombre, cualquiera que sea su estado.
"Qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?". Cree que para ello tiene que "HACER". Confía en la eficiencia. ¿Cuánto cuesta? Te lo pago... Pretende comprar la vida eterna. Jesús le contestó: Uno sólo es bueno: Dios. El bien no es una cosa, es una persona. Otra vez Jesús corrige al que quiere heredar la vida eterna diciéndole: "Si quieres entrar en la vida"... Es Dios quien te ofrece la vida. Guarda los mandamientos: -¿Cuáles? -Cumple los mandamientos. -Los he observado desde pequeño. Parece querer decirle, ¿y qué más?. Como quien no está satisfecho... Hay algo en el hombre que exige una relación personal profunda personal que llegue hasta el fondo, que sólo en Dios se puede conseguir. -Jesús le dijo: "Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes"... Si quieres ser hombre en plenitud, y tener vida abundante, abandona todo aquello en que te apoyas y que convierte tu vida en una rutina. Tendrás un tesoro en el cielo. Pero ya aquí y ahora. Ahora tu tesoro son tus posesiones, que no te hacen feliz. Vives pendiente de ellos. Absorbido. Enzarzado. El joven se fue triste. Sigue insatisfecho. Porque su corazón está pegado a su tesoro. El reino de los cielos es como un tesoro escondido en el campo y como una perla de gran valor. Has de poner tu corazón en una Persona, en mí, en una amistad nueva conmigo, no en las cosas. Hasta que no comprendas esto, tú estarás triste. La fuente que ilumina tu vida no está en dar a los pobres, sino en la amistad con Cristo. Sólo en ella te realizas.
4. Sólo el trato íntimo con el amigo y su afecto puede darnos "alegría por los días de aflicción y por los años en que sufrimos desdichas" Salmo 89 cuando estábamos lejos y separados de Él. Oremos y escuchemos al Señor. Si tú me dices ven, lo dejo todo. Si El nos toca el corazón todo se ilumina. Porque "lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. Dios lo puede todo".
5. Vamos a tener al Amigo aquí sobre el altar. Pidámosle que nos de sabiduría para reconocer que su amistad es el tesoro único que nos plenifica.
P. JESUS MARTI BALLESTER
jmartib@planalfa.es